domingo, 14 de julio de 2019

12 ANÉCDOTAS IMPERDIBLES DE JORGE LUIS BORGES (por Pablo R. Bedrossian e ilustrada por Luis Chávez)




Borges no sólo era un gran escritor sino también un gran conversador. He leído muchos libros de diálogos con él, donde sus diversos interlocutores, (Antonio Carrizo, Osvaldo Ferrari, María Esther Vázquez, Enrique J. Montenegro, Modesto Montecchia, Jean de Mirellet y Rosa Majian, por citar algunos), parecen compartir un único propósito: revelar el genio del escritor argentino. A priori, no diría que la intención de Borges -el personaje- era mostrarse ingenioso, sino que esa percepción unánime es el resultado de un pensamiento diferente, hecho bajo otros paradigmas. Hoy diríamos que Borges era un pensador lateral. Elegí doce anécdotas, en su mayoría poco conocidas, que lo muestran así. Acompaña la nota una magnífica ilustración realizada especialmente por Luis Chávez, uno de los más grandes caricaturistas de Honduras.


MADRE

Doña Leonor Acevedo, madre del escritor, murió a los 99 años, Había estado postrada durante mucho tiempo, en muy malas condiciones de salud. Una conocida se lamentó que la pobre señora no hubiera llegado al siglo, a lo que Borges respondió: “Usted exagera los encantos del sistema decimal”

(Citado por Alicia Jurado[1]).

NOVELISTAS

– Y Ud., Borges, ¿en qué cree?

  Bueno, yo soy ateo.

  Déjeme preguntarle de otro modo. ¿Cree en una vida eterna?

  No.

  ¿Cree en la resurrección de Jesucristo?

  Tampoco

  ¿Y en Jesucristo como ser histórico?

  Desde luego. Si no, tendría que pensar que los cuatro más grandes escritores de la antigüedad fueron cuatro novelistas.

(Del diálogo que personalmente mantuve con él[2])

PRECAUCIÓN

Esta anécdota es relatada por diversos amigos de Borges con diversos matices, pero siempre conservando lo esencial de la historia.

“Una mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de su clase de literatura inglesa de la facultad. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste: “Tiene que ser ahora y usted se va”. Borges no se resigna y grita: “No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio”. El estudiante amenaza con cortar la luz. “He tomado la precaución –retruca Borges- de ser ciego esperando este momento”.

(Tomado de la Revista Viva del Diario Clarín[3])

PRÓLOGO

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, compartió una asombrosa historia en su blog, que luego fue reproducida por algunos diarios donde era columnista[4]. La he releído muchas veces y no puedo evitar sonreír cada vez que lo hago. Incluso se lo comenté cuando incidentalmente lo conocí en el aeropuerto de San Salvador, El Salvador, en 2014. Aquí va mi resumen:
El protagonista es Alvaro Menen Desleal, una suerte de seudónimo literario creado a partir de sus apellidos originales, Menéndez Leal. Lo aclaro para evitar malentendidos y atribuciones satíricas en Argentina. En 1963 ganó el segundo premio en el Certamen Nacional de Cultura de su país, El Salvador, con  “Cuentos breves y maravillosos”. La obra incluía a manera de prólogo una supuesta carta del propio Borges, que homenajea impúdicamente al autor. De inmediato se levantaron sospechas. Menen Desleal, que era un adelantado en cuestiones de marketing, escribió bajo otros seudónimos acusaciones contra su propio libro, de modo de extender la polémica y crear un boom publicitario. Sergio Ramírez explica lo sucedido: “Nadie reparó en la nota con que, al final del libro, completaba su ardid: ‘Querido maestro Borges: Mi vanidad y mi nostalgia -me digo con sus palabras- han armado una escena imposible. De pronto despierto de un sueño y tengo su carta en las manos, como la flor de Coleridge’[5]. La carta, los cuentos, la nota final, todo era parte de la misma ficción, todo era borgiano”. Menen Desleal murió en 2000, sin enterarse que Borges conoció el asunto, tal como se lee en “Borges”, el libro de Bioy Casares que transcribe las secciones de su diario íntimo donde mencionaba al gran escritor argentino. (de paso, disfruté cada una de sus 1663 páginas). En la entrada del 11 de septiembre de 1963[6], Borges le dice a su amigo: “tengo que consultarte sobre algo” y le trae “Cuentos breves y maravillosos” de Menen Desleal, enviado por un guatemalteco que así cree defender el honor salvadoreño ante tal plagio. Cuenta Bioy: “El título, obviamente, recuerda al de nuestra antología ‘Cuentos breves y extraordinarios’. A manera de introducción, el libro trae una carta de Borges, muy elogiosa de los cuentos incluidos. La carta es indudablemente apócrifa… Borges comenta ‘Con tal de que Madre no haya contestado por mí sin decirme nada’”. Una vez descartada la idea, Bioy agrega “El libro trae un posfacio en que al autor pide a Borges disculpas por la carta apócrifa… “. Borges no sabe qué hacer. Finalmente, Borges –-prosigue Bioy- “contesta, por fin, sin dar mayor importancia al asunto: con elogios para el libro y aun para la carta apócrifa”[7]. No encontré en el libro detalles de la respuesta, pero Ramírez expone la respuesta de Borges al denunciante, que resultó ser el escritor Alfonso Orantes: “Ya que el volumen consta de una serie de juegos sobre la vigilia y los sueños, queda la posibilidad de que mi carta sea uno de tales juegos y travesuras?” y señala con su incisivo estilo “Borges dice ‘mi carta’. Y ha pasado a ser auténtica. Aparece incluida en El círculo secreto (prólogos y notas de Jorge Luis Borges, Emecé, Buenos Aires, 2003). Borges nunca la escribió, pero ahora la ha escrito. Es su carta”.

GRAN AMIGO

Interrogado sobre el escritor argentino Manuel Mujica Láinez, pese a que luego responde en forma elogiosa dice “Es un gran amigo para mí, ya que casi nunca nos vemos”[8].

(Diálogo con Antonio Carrizo)

NOBEL

Un par de días después del otorgamiento de un Premio Nobel de Literatura a otro escritor, dejando por enésima vez a Borges afuera, un amigo me comentó “¿Te enteraste lo que dijo Borges cuándo se enteró a quién le dieron el Premio? Es lógico que el Premio Nobel se lo entreguen a escritores noveles…”. Aún no lo he encontrado documentado.

AMISTAD

Antonio Carrizo, durante los encuentros radiales, le pregunta:

Borges, es difícil elegir un gran amigo…
No, es que lo amigos lo eligen a uno[9].
(Diálogo con Antonio Carrizo)

EL NOMBRE DE LA ROSA

Al referirse a Jorge de Burgos, protagonista de su novela “El nombre de la rosa”, Umberto Eco escribe “Todos me preguntan por qué mi Jorge evoca, por el nombre, a Borges, y por qué Borges es tan malvado. No lo sé. Quería un ciego que custodiase una biblioteca (me parecía una buena idea narrativa), y biblioteca más ciego, sólo puede dar Borges”[10]. Su alusión es notable no sólo porque esa biblioteca es un laberinto, sino porque en la introducción, de típico corte borgeano, el autor (convertido en personaje narrador) encuentra el manuscrito que le sirve como fuente en Buenos Aires: “Pero en 1970,  curioseando las mesas de una pequeña librería de viejo de Corrientes, cerca del famoso Patio del Tango de esa gran arteria, tropecé con la versión castellana de un librito…”[11]

 CEGUERA

He recibido esta anécdota de muchas fuentes, y tiene el sello del gran escritor argentino.

Como todos sabemos, Borges era ciego y antiperonista. En cierta ocasión un joven se ofrece a ayudarlo a cruzar la Avenida 9 de Julio. Mientras lo ayuda, el joven le dice “disculpe maestro, pero tengo que decírselo… soy peronista”, a lo que Borges respondió con una leve sonrisa: “¡No se preocupe! Yo también soy ciego”.

ROSADA

“Además tuve la desgracia de escribir un cuento totalmente falso: ‘Hombre de la esquina rosada’. En el prólogo de ‘Historia universal de la infamia’ advertí  que era deliberadamente falso. Yo sabía que el cuento era imposible, más fantástico que cualquier cuento voluntariamente fantástico mío, y sin embargo, debo la poca fama que tengo a ese cuento… Lo curioso es que las personas que admiran ese cuento lo llaman ‘Hombre de la Casa Rosada’ y suponen que me refiero al Presidente de la República”[12].

(Diálogo con María Esther Vázquez)

PEHUAJÓ

“Había un personaje de Pehuajó  que me tenía harto. Entonces yo le pregunté si él conocía aquella famosa copla de Pehuajó   y se la recité mientras la inventaba:

‘En el medio de la plaza

Del pueblo de Pehuajó

Hay un letrero que dice

La puta que te parió’.

¿Y sabés lo que me contestó el hombre en cuestión? –‘Si, Borges, ya la conocía…’”[13].

(Diálogo con María Esther Vázquez)

CHINA ZORRILLA

En un emotivo CD de Esteban Morgado, titulado “Las estrellas no sólo brillan en el cielo” volumen 2, en favor de la Casa del Teatro de Argentina y distribuido por Página 12, China Zorrilla -que no canta, sino simplemente cuenta-, refiere una maravillosa anécdota de Borges. Imaginemos la historia en la voz de la inolvidable actriz uruguaya con el suave fondo de las cuerdas de nylon de la guitarra de Esteban:

“A mí me gusta el Borges del humor…. Una vez le preguntaron a él si conocía a un muchacho joven que andaba por Buenos Aires contando sus proezas como escritor y como novelista, y que, por supuesto, no tenía ningún talento. Entonces, le preguntaron a Borges si lo conocía. Y Borges dijo ‘Sí, lo conozco muy bien. Para ese muchacho la mediocridad no tiene secretos’”.

Plus


“Una mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de su clase de literatura inglesa de la facultad. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste: “Tiene que ser ahora y usted se va”. Borges no se resigna y grita: “No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio”. El estudiante amenaza con cortar la luz. “He tomado la precaución –retruca Borges- de ser ciego esperando este momento”.

Fuente: Pablo Bedrossian | pablobedrossian.com


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REFERENCIAS

[1] Jurado, Alicia, “Genio y figura de Jorge Luis Borges”, Eudeba, 1964, 3ª Ed. (1996), p.67

[2] Bedrossian, Pablo R. “Encuentro desconocido con Jorge Luis Borges”, https://pablobedrossian.wordpress.com/2011/06/22/encuentro-desconocido-con-jorge-luis-borges

[3] Revista Viva, Diario Clarín, Buenos Aires, Argentina, edición del 9/5/1999, citado por Eduardo Mazo en http://www.eduardomazo.com/default.asp?s=219

[4] Ramírez, Sergio, Diario La Nación, Buenos Aires, Argentina, edición del 11/7/2011.

[5] Ramírez, Sergio, Diario La Nación, Ed.cit.

[6] Bioy Casares, Adolfo, “Borges”, Ediciones Destino, Colección imago mundi Volumen 101,1ª Ed., 2006, p.949

[7] Bioy Casares, Adolfo, “Borges”, Op.cit.,p.950

[8] “Borges el memorioso”, Op.cit.,p.72

[9] “Borges el memorioso”, Op.cit.,p.79

[10] Eco, Umberto “Apostillas a El Nombre de la Rosa”, Editorial Lumen, Ediciones de la Flor, 2ª Edición argentina, 1987, p.32

[11] Eco, Umberto “El Nombre de la Rosa”, Editorial Lumen, Ediciones de la Flor, 9ª Edición argentina, 1987, p.11

[12] Vázquez, María Esther, “Borges, sus días y su tiempo”, Javier Vergara (1984), p.51,52

[13] Vázquez, María Esther, “Borges, sus días y su tiempo”, Javier Vergara (1984), p.91

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